TRABAJADORES DEL ARTE
Escultura: La voz de Gladis Vaccarisi

Lo mira, lo rodea
Busca,pregunta
reclama al bloque arcilloso
interminable
como un derrumbe de dioses.
Después
las manos sueltan su pasión entre las grietas
Cavan, parten, elongan, golpean.
Moldean gritos, hacen bocas
sueltan pájaros.

Luisa

Gladis Edit Vaccarisi

Nació en Cipolletti, donde vive actualmente
Cursó estudios superiores de Artes Plásticas y Escultura en la Universidad Nacional de Córdoba.
Discípula del escultor ya fallecido, Atilio Morosín, Gladis alterna la tarea docente en instituciones privadas y públicas con su taller de expresión/arteterapia.
Desde 1971 en adelante participa en muestras colectivas en Río Negro,Neuquen y Córdoba, y sus obras han sido seleccionadas en Salones Regionales, Nacionales y Bienales de Arte.
Su trabajo, tanto en dibujo como en escultura ha sido premiado en varias oportunidades. “Y es de mi autoría el Cristo ubicado en el altar de la Iglesia San Pablo, en Cipolletti.”, comenta casi como una invitación a verlo.

Para comunicarse con ella: 9 de Julio 725-Cipolletti-Río Negro
Gevaccarisi@-ciudad.com.ar

Armonía

Y la mujer sigue caminando alrededor, la mirada obsesiva sobre la masa en silencio. Gira, gira, y lentamente hace nacer un hombre largo de entre sus dedos.

Tango

El se desliza, cae, se aplasta y vuelve a elongar el torso hasta alcanzar la cara de la escultora, como afirmando la eficacia de su forma.

Ella se desliza. Lo aplasta, de nuevo lo golpea. Entra por el hueco fresco y sale. Boca y corazón penden de hilos de aire. Después lo mira a los ojos como afirmando la eficacia de sus manos, con el cuerpo lleno de barro.

Simbiosis